EL DON DE LA ORACIÓN

Cristal de la Cruz, Ciudad de México

“¡Padre te ruego por favor me ayudes a salir de mi zona de confort, hacer tu voluntad y vivir con intensidad para ti!” esta fue una de mis oraciones en una mañana común, donde, a pesar de estar ocupada sirviendo a Dios, sentía que necesitaba algo más en mi relación con él. Lo que no esperaba fue su rápida respuesta a mi petición y la forma en que el diseñó su plan para “salir de mi zona de confort espiritual”. 

Un par de meses después de esta oración, mi familia y yo llegamos a otro ministerio de la iglesia en México, dejando la familia espiritual donde habíamos permanecido por los últimos quince años y en la cual mis hijas se habían hecho discípulas de Jesús; después de 30 años en la fe, once mudanzas, ser misioneros en otras ocasiones, ahora Dios nos llevaba a una nueva aventura, conociendo otros discípulos y sus historias de fe, formando nuevas amistades, aprendiendo de la cultura de la iglesia en esta región, en fin, él me había enviado a una nueva misión.  En Lucas 22: 41-46 nuestro Señor Jesús oró con mucho fervor en el Getsemaní por hacer la voluntad de Dios y no la suya, sabía que morir en la Cruz por la salvación de la humanidad implicaba amor incondicional, obediencia total, un gran sufrimiento, dolor espiritual, físico y emocional, la lucha contra satanás era real, romper con el pecado tenía un precio muy alto, su propia vida; para nada se compara mi prueba con la de Cristo, pero su ejemplo me guiaba en ese nuevo viaje espiritual y solo podría hacerlo con el corazón y motivación correcta orando con mucho fervor como él lo hizo. Además, Hebreos 14:14-16 nos recuerda que tenemos en Cristo nuestro sumo sacerdote en los cielos, que intercede por nosotros y se compadece de nuestras debilidades, te la comparto porque en este desafío que Dios usó para renovar mi relación con él, quisiera decirte que mi respuesta a esto fue rápida y con paz, pero lamento decirte que no,  surgieron en el camino muchos ¿por qué? algunos de mi parte hacía él, otros dentro de mi propia familia, amigos y gente cercana; el cambio en mi corazón no ocurrió de la noche a la mañana, pero el permanecer aferrada a la oración y su presencia me ha permitido experimentar su gracia de mirar las circunstancias a mi alrededor a través de sus ojos y por consiguiente experimentar los frutos de un avivamiento espiritual . De esta manera, considero que nuestras batallas necesitan ser enfrentadas orando como Jesús lo hizo e imitando su corazón; en este momento ¡cómo estás viviendo las tuyas? ¿Es la oración por hacer la voluntad de Dios tu prioridad? ¿Es Jesús el Señor de tu oración?

 Dios nunca se equivoca en los planes que tiene para nosotras, él tiene su tiempo y formas perfectas de responder a nuestras oraciones con el propósito de darnos a conocer su gloria y transformarnos a su imagen; personalmente, por medio de su Espíritu Santo, me ha guiado varias veces en este año al evangelio de Juan capítulo 17, donde estoy aprendiendo como Jesús ora por: glorificar al  Padre (v.1) la vida eterna (v.3), terminar su obra (v.4), guardar su Palabra (v.6), creer en Cristo (v.8), ser uno con él y Dios (v.11), ser protegidos del maligno (v.15), santificados en la verdad (v.17), la evangelización de otros (v.20), perfeccionarnos en la unidad (v.23), ver la gloria de Cristo y llegar a donde él está con el Padre (v.24)que  el amor de Dios en él, habite en nosotros (v.26); este pasaje ha revolucionado mi forma de orar, estoy convencida que Dios permitió que quedara escrita para que recordáramos las cosas más importantes por las que necesitábamos pedir, no asumió que lo entenderíamos por nosotros mismos.  Te animo a que medites también en esta Escritura, disfruta el orar con ella antes de terminar el año, escribe de tus propios aprendizajes y compártela con tus amigas, estoy segura que será de gran bendición para todas. 

Estoy muy agradecida de como Dios me ha ayudado a crecer en mi dependencia de él, abrir mi corazón y ser sincera con él en oración, ha sido detonador de cambios profundos y más fe, además hay más nombres de discípulos y amigos por los cuales agradecer por Cristo en esta próxima navidad.  Bendito mi salvador y maestro Jesús que siempre nos ayuda a permanecer a los pies de Dios. 

Feliz Navidad

BIOGRAFIA:

Cristal J. De la Cruz Lugardo, treinta años de discípula, fui convertida en el ministerio universitario de la iglesia de Cristo en México, soy casada por 24 años con Marín Pérez, ambos trabajamos para la iglesia de México como ministros de tiempo completo desde hace 25 años, hemos sido misioneros para las iglesias de Veracruz y Oaxaca, actualmente estamos sirviendo en la zona oriente de México. Tenemos dos hijas Daniela y Rebeca, ambas universitarias y discípulas.